Tras meses de espera y de mucho trabajo, el pasado 13 de diciembre Omar Samba sacó a la luz su primer proyecto musical o, como él lo llama «el álbum de mi vida», Nostalgia en un papel.
En este álbum Omar ha querido abrir su corazón de par en par, mostrarse vulnerable y contar sus historias llenas de realidad (incluso se ha atrevido con algo más ficticio con ¿Dónde estás?) pero, sin duda, todas llenas de esa autenticidad que tanto lo caracteriza.
Nostalgia en un papel no es solo un viaje por los sentimientos, emociones y vivencias de Omar, sino que además es un viaje por los distintos géneros musicales que el artista ha querido explorar. Con este álbum Omar también demuestra que la versatilidad es su punto fuerte, pues va desde el pop-rock más enérgico, hasta el vals más íntimo, pasando también por baladas que se cuelan en el corazón de la forma más profunda. Cada canción que compone Nostalgia en un papel es una puerta abierta para descubrir lo que Omar es capaz de hacer, una puerta hacia historias con las que sentirse identificados.
Y es que ese también ha sido uno de los grandes propósitos del cantante, llegar al público de la manera más pura, siendo él y haciendo con ello que sus fans se sientan identificados con sus letras y que las hagan suyas.
Sin lugar a duda, Nostalgia en un papel es un álbum muy cuidado. Además ha contado con la ayuda de grandes letristas y productores como Diego Arroyo (Veintiuno), Yarea, Juan Belda, Fernando Boix o Anto Vaquero, entre otros.
Todo esto es lo que hemos tenido la suerte de que Omar comparta con nosotros. Cómo ha sido componer cada canción, cómo ha sido componer uniendo talentos con otros artistas y qué se lleva de esa experiencia, e incluso cómo será la gira que, al parecer, está a la vuelta de la esquina.
Entrevista completa
– Lo primero, ¿qué tal te encuentras después de los primeros desde que Nostalgia en un papel ha salido a la luz?
– La verdad es que muy contento, muy agradecido, muy feliz y leyendo todos los mensajes y escuchando a todo el mundo, que me han dado mucho feedback positivo. La verdad, que eso me reconforta muchísimo.
– Habrá sido un gran impacto ver que ya lo está escuchando todo el mundo.
– Es muy guay. Al final, cuando llevas tantos meses trabajando en algo y, de repente, ve la luz y la gente empieza a decir: «buah, ¡qué guay!», mola mucho.
– Es tu primer proyecto y con el que has demostrado lo que eres capaz de hacer, aunque quede mucho por descubrir de ti. Ha supuesto también una primera toma de contacto tanto con el público como contigo mismo. ¿Ha sido fácil para ti escoger estas como primeras canciones?
– Era mi primera toma de contacto con este mundillo, es la primera vez que hacía un disco y sí que quise investigar y probar sonidos; buscando un poco la línea que seguir y no ha sido nada fácil, la verdad. Sí que me ha costado. Al final, es verdad que a la hora de crear sí que me ha sido más fácil porque he ido fluyendo, literalmente, no me he impuesto nada; simplemente un día me apetecía hacer una cosa y la hacía, y otro día me apetecía otra y la hacía y ya está. Pero sí que luego, que creo que esto es buena señal porque creo que hay buenas canciones, entonces por eso me costó a la hora de elegir los singles, por ejemplo, de ordenar el tracklist, le di mucha importancia a eso. Luego estaba la responsabilidad de «¿qué canción saco de single?». Al final saque las más moviditas, las de pop-rock. Ahora viéndolo con perspectiva, digo: «igual si hubiese sacado Jaula de cristal de single y hubiera valido también». Entonces sí, se hizo complicada la elección.
– ¿Qué sentiste cuando viste por fin acabado el álbum? Sería toda una montaña rusa de emociones.
– Sí. Cuando lo acabe fue como «wow». Ha ido como in crescendo. Cuando terminé las primeras sesiones antes de empezar a regrabar voces y antes de elegir canciones, porque presentamos al final como 15 o así y luego descartamos unas 5, y eso ya me hizo mucha ilusión. Luego, de repente, estaban todos los masters y el disco entregado y ya sabíamos las 10 canciones que iban a ser, entonces más emoción otra vez. Luego cuando ya ves el diseño con el libreto entero y vuelve a ser otra vez emoción. Y luego ya lo ves en físico por primera vez y vuelve a ser ilusión. Y ayer, por ejemplo, que estaba en el concierto de Álvaro y te trae una fan el disco para que se lo firmes y me vuelve a dar ilusión. Es como un constante que se va superando.
– ¿Cuál es la canción más especial para ti?
– No he sabido todavía contestar a esta pregunta. No tengo canción favorita porque creo que me he sincerado tanto en este álbum que creo que todos tienen un toque especial para mí. Por ejemplo, las que más me tocan son Pantalones rotos, Recuerdos de Octubre y Abril, Jaula de cristal; cada una en su ámbito, pero todas me tocan un poco.
– ¿Y hay algún tema que te haya sido más difícil componer?
– No. A nivel compositivo yo creo que he fluido bastante bien en todas las sesiones. Sí que a nivel de grabación de voces la que más de me resistió fue Pantalones rotosporque el registro en el que canto esa canción está como muy al límite mío vocal e influía mucho cómo estuviera mi estado de la voz y sí que hubo dos veces que hicimos dos intentos […]. Pero a nivel compositivo no se me atravesó ninguna. Todas fueron muy directas porque, a parte, eran sota, caballo y rey. Todas eran historias reales, quitando ¿Dónde estás? que era un poco más ficticia, pero el resto eran todas historias reales, que sabía perfectamente lo que quería contar. Y creo que lo conseguí bien.
– ¿Cómo definirías tú Nostalgia en un papel en una frase?
– Va a ser el disco de mi vida, por mucho que quiera, no va a ser el mejor, espero que vengan discos y que sean buenos también. Pero sí que va a marcar un antes y un después porque esta fecha no se me va a olvidar en la vida y este disco no se me va a olvidar nunca porque va a ser mi primer disco. Entonces creo que luego me producirá nostalgia, Nostalgia en un papel me producirá nostalgia cuando lo recuerde con cariño. Y creo que hice muy buen trabajo de sincerarme, creo que procedía para que la gente te conozca más. Al final, también son historias con las que creo que la gente se puede sentir muy identificada.
– Con este álbum has demostrado que la versatilidad es tu punto fuerte porque has experimentado varios géneros, con una estética muy marcada. ¿Cómo surgió la idea de esta estética y de querer jugar con los distintos géneros?
– Como te había comentado antes, yo cuando empecé todo el proyecto, lo único que me estuve repitiendo durante todo el proceso fue: 1) disfrutar el proceso, 2) dejarme guiar por la gente que sabe, pero también dejarme guiar por lo que a mí me apetecía hacer. Yo me di cuenta de que tenía un abanico superextenso de referentes, entonces fui cogiendo de unos, de otros y fui haciendo un poco lo que me apetecía. Entonces no hubo ningún factor determinante que dijera «vale, por aquí hay que ir», sino que yo flui y me surgió así. Y luego toda la estética va englobada porque una vez ya estaban todas las canciones hechas, pues claro, yo me di cuenta y dije «sí que recurres mucho a historias pasadas o momentos que estás viviendo en el presente y que recuerdas con especial cariño y con esa nostalgia», entonces al final empezó a englobar un poco eso. Ya de la nostalgia empezamos a tirar del hilo y dijimos «vale, ¿qué produce más sensación de nostalgia que cuando éramos pequeños?»; entonces fue saliendo el concepto y toda la estética.
– ¿Cómo ha sido ese proceso de encontrar tu sonido y experimentar con él?
– Yo a día de hoy creo que aún queda que investigar y seguiré haciéndolo. Es verdad que yo tengo como dos vertientes un poco marcadas que son, por un lado, la de cantautor y, por otro lado, la de música más movidita tipo pop-rock o algo más indie. Y creo que esas son las dos vertientes por las que quiero ir porque es también donde a mí me gusta estar. Pero, de repente, Que te vaya bonito es más con referencia a Efecto Pasillo, un pop más mainstream […]. Creo que queda un trabajo que hacer para encontrar e ir afinando la línea, así que poco a poco.
– Has compuesto con ayuda de grandes letristas como Yarea, Diego Arroyo, Juan Belda o productores como Fernando Boix. ¿Cómo ha sido trabajar codo con codo y uniendo los talentos de todos? Porque tu talento es evidente también.
– Yo siempre he sido fiel creedor de que hay que dejarse ayudar, no hay que subirse al carro del orgullo de artista que muchas veces nos sale, es inevitable, todos los artistas lo tenemos; pero hay que bajárselo porque al final no dejo de ser un artista emergente, estoy empezando. Y yo sentía la necesidad de aprender de otros grandes maestros de tanto letristas como Yarea, Diego, Juan Belda; como de productores como Tato Latorre, Fernando Boix, Ante Vaquero, Juan Cerro y demás; entonces de cada uno me he llevado una cosa. Y lo que más me ha gustado de coincidir con toda esta gente es que a día de hoy considero que son bellísimas personas y eso es lo mejor, porque, al final, después de haber comprobado que eran maravillosos profesionales luego te das cuenta también que son muy buena gente. Entonces, el factor humano me tira mucho para adelante y para futuros proyectos ya sé con quién quiero contar y quiero tenerles en mi equipo.
– Habrá sido también un gran aprendizaje para ti saber por dónde moverte y con quién.
– Claro, con quién. También con lo que funciona, con lo que no. También yo tuve que descubrir a ver si me funcionaba, de repente, hacer la letra yo en mi casa y llegar con la letra hecha al estudio, o si crear de cero la letra en el estudio.
– También has contado con la ayuda de Bea. ¿Cómo ha sido trabajar con ella?
– Fue muy guay, la verdad. Porque Recuerdos de Octubre y Abril la creamos Alberto Vela y yo y a la segunda sesión, que fuimos a regrabar las voces, en el segundo estribillo, de repente, dijimos «oye, unos coros femeninos aquí cómo quedarían, con los violines, las mandolinas». Y justo habíamos coincidido con Bea en el descanso del estudio, y fuimos a tocar a su puerta y le dijimos «oye, Bea, ¿nos harías el favor de venirte a grabar coros?». Bea encantada. Y fue muy bonito porque se creó una atmósfera superbonita y además fue bonito también ver todo el progreso de haber estado juntos viviendo esa experiencia como la de OT y encima vivimos juntos, que nos queremos, que es mi hermana pequeña; y de repente coincidir y trabajar juntos es muy guay.
– Has sabido abrir tu corazón de par en par en este álbum y enseñar a través de tus canciones unos sentimientos muy puros, algo muy valiente por tu parte y, al final, eso es lo que ha hecho que la gente conecte más con tus canciones, pero ¿ha sido fácil para ti abrirte de esa manera?
– La verdad que yo sí que quería hacerlo, porque creo que cuanto más sincero seas con tus oyentes mejor será, y sí es verdad que sí que hubo alguna canción que me costó más porque yo siempre he sido superintrovertido y me ha costado abrir mis sentimientos a otra gente. Y, de repente, juntarte en una sesión en la que, a lo mejor, a las personas no las conoces tanto, es complicado. Pero luego, por ejemplo, Jaula De Cristal que literalmente me estaba desgarrando por dentro, costó superar esa barrera, pero Guillermo Zárate y Yarea me lo pusieron bastante fácil para crear un ecosistema idílico para poder hablar de ello y fue guay crearla.
– Alguna referencia que hayas tenido como a nivel musical como conceptual.
– En el disco hay un montón. Por ejemplo, la de Recuerdos de Octubre y Abril yo tenía una hoja de referencias y Alberto hizo una base musical pop-rock, cañera con las referencias que yo le había mandado, pero justo el día del estudio yo iba con otro mood y empezamos a escuchar referencias del mood en el que yo iba, que era más Chavela Vargas, Joaquín Sabina y queríamos hacer un 3×4, un vals y así lo hicimos. Y creo que es lo bonito, que al final dejarte guiar un poco y fluir por tus sentimientos y emociones del momento.
– Con este álbum ya fuera, lo siguiente podría ser una gira. ¿Cómo te la imaginas tú? ¿Qué es lo que te gustaría proyectar al público?
– Aún estamos ultimando detalles, pero ya dentro de muy poquito podremos anunciar la gira. La verdad es que hay que darle aún vuelta al formato, pero sí que me gustaría un formato banda, con guitarras eléctricas, con baterías y demás. Por ahí creo que iremos tirando y luego tendrá su parte más íntima de la guitarra acústica y más chill.
– Ahora que está terminando el año, ¿qué balance haces de todo este año? Porque habrá sido un boompara ti.
– Efectivamente. Hago un balance que sale positivo. Ha habido muchas cosas buenas y ha sido un año de aprendizajes y de experiencias nuevas. La verdad que creo que este año no se me va a olvidar nunca. Habrá muchas cosas de este año que se me pasen por alto porque he hecho tantas cosas y he conocido a tanta gente y ha sido todo tan intenso que probablemente algo se me quede en el tintero en algún futuro pero lo recuerdo con especial cariño.
Omar, con todo, ha dejado muy claro que va a seguir hacia delante para encontrar su camino, su sonido e ir perfeccionando lo que ya tiene: talento, autenticidad, versatilidad; un sello que ir forjando poco a poco y que seguro que logrará afianzar con el paso de su carrera, esa que ya ha sabido encaminar muy bien.
Podéis encontrar la entrevista completa en @recaplive.mgzn.