El 15 de diciembre del año pasado Samuraï daba comienzo a su gira, ‘Del silencio al ruido’, con la que ha recorrido ya varias ciudades presentando su último álbum, El silencio del ruido; pero el pasado 28 de febrero tuvo una cita muy especial en Live Las Ventas donde hace tiempo había colgado el cartel de sold out.
La artista daba comienzo con un tema de su reciente álbum, Cuando dolía el amor, con el que puso a todo el público a saltar y llenó el espacio de esa energía que tanto caracteriza a Samuraï. Siguiendo con un tema muy conocido por su público, Corazón quemado, y con Quien no quiera que no mire; dio la bienvenida a toda la gente allí presente de la mejor forma posible.
Canciones más recientes y más actuales se iban sucediendo como Mechero, De charco en charco, Tiro al aire o Por si mañana no estoy; y marcaban el inicio de un concierto en el que una Samuraï completamente entregada a su público era recibida entre vítores y aplausos y con un cariño que traspasaba todos los rincones de aquel espacio tan lleno de vida gracias a sus canciones.
En un momento del concierto, Samuraï recordaba la primera vez que dio un concierto en ese mismo escenario llena de emoción: «no sé si en tres años más tarde vamos a estar aquí con un sold out enorme, a mí me gustaría mucho. Siento que estoy hoy con la energía un poco a flor de piel. Estoy muy feliz, de verdad, gracias a todos». Unas palabras de agradecimiento que su público recibió con el cariño que la artista sabe transmitir tan bien.
«Yo cuando empecé a hacer música tenía muchos problemas de autoestima, y pensaba, que con todas las exigencias que nos ponen a las mujeres, no iba a llegar a ningún sitio y aquí estamos». Con estas afirmaciones tan valientes presentaba Samuraï su tema En los espejos. Y tras finalizar con este, Leo Rizzi, la primera sorpresa de la noche, se subía al escenario para acompañar a Samuraï a cantar En el aire, el tema que ambos comparten.
La energía volvía a subir y a hacer saltar y gritar al público con Pared y espada y Tirando balas. Y así, llegó una segunda sorpresa, esta vez era Vanesa Martín la que acompañaba a la artista a cantar Palabra prohibida. Ambas crearon uno de los momentos más íntimos de la noche. Dos voces increíbles que lograron crear no solo una sinergia perfecta entre ambas artistas, sino que atraparon al público de una forma tan única y especial como solo dos cantantes tan magníficas como ellas saben hacer. «Me has devuelto una ilusión aún mayor por la música. Eres maravillosa y eres mi amiga», le confesaba Vanesa Martín a Samuraï al finalizar la actuación.
Con Gatos de gasolinera y La despedida continuaba el espectáculo donde la clara protagonista era la voz tan auténtica de Samuraï, moviéndose por registros imposibles y sin perder nunca la vitalidad y la autenticidad que tanto caracteriza a la música en directo de la artista.
Y así, la cantante presentaba Inocente, la canción que cierra El silencio del ruido: «Hay una canción que cierra este proyecto, que a mí me llena de ternura y creo que se ha vuelto mi momento favorito de los shows, amigos». Y es que en este momento la artista volvía a agradecer el cariño del público de una manera muy emotiva «Con vosotros siento que he encontrado un sitio en el que estar, que es aquí arriba, así que muchas gracias, de corazón, por darme un lugar en el que estar. Os quiero», y con estas bonitas palabras daba comienzo a uno de los momentos más íntimos de la noche.
La recta final del concierto llegaba con Sexo y Rock & Roll, Punto de Fuga acompañada de Antonio García Vázquez (Arde Bogotá), Adrenalina y uno de los momentos más álgidos, El principio de algo con la presencia de Lala Love you.
El final de una noche tan mágica llegaba con Que nadie nos entienda y cerraba con Lo que vivimos, haciendo que el público se emocionase una vez más.
Sin duda, un concierto que supuso toda una montaña rusa de emociones, donde la energía, la buena música y el cariño recíproco entre artista y público fueron los ingredientes perfectos para crear uno de los conciertos más inolvidables de la gira de Samuraï.
