
«Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
ésas… ¡no volverán!»
Rima LIII – Gustavo Adolfo Bécquer
El pasado sábado día 11, se estrenaba Golondrinas, el tercer adelanto del proyecto artístico de Juanjo Bona, en el programa de Rafa Cano en Cadena Dial, Dial Tal Cual. Y, como era de esperar, supuso un gran revuelo en redes sociales, pues los seguidores del joven artista se volcaron con ella demostrando lo mucho que les había emocionado.
Hablando sobre la canción, el propio Juanjo dijo que «la letra salió bastante del corazón. Y yo siempre digo que se la dedico a mi yo, a mi yo de pequeño, un homenaje a mi vida, a mi pasado y un abrazo a mí mismo. […] Espero que la disfrutéis y os relajéis».
Y es que esta canción tiene mucho en lo que ahondar. Podría partirse de una pequeña comparación. Golondrinas es un tema que, tras las palabras con las que el artista la definió, podría decirse que evoca la nostalgia y melancolía desde unos sentimientos muy íntimos y personales. Y esto recuerda mucho a la forma que tenía de escribir el escritor que parece que Juanjo Bona ha tomado como referencia, o al menos una parte, Gustavo Adolfo Bécquer.
Utilizar sentimientos personales e íntimos para hablar de la nostalgia era el sello personal de Bécquer. De hecho, sus Rimas están escritas bajo ese sello, esos sentimientos tan íntimos. En la Rima LIII, citada al inicio, los símbolos de la naturaleza son los que dan cuerpo al tema de la misma, pues las golondrinas, protagonistas indiscutibles de la rima, evocan la idea de cosas que volverán, aunque no sean las mismas que en el pasado.
Nada se recupera, nada vuelve de la misma forma, nada se repite; aunque quizá a veces eso sea lo más necesario para emprender el vuelo.
Y esa idea es parte de lo que puede extraerse de este nuevo single. Golondrinas es un abrazo a su yo de pequeño («quiero encontrarle, quiero que vuelva a amanecer. Voy a contarle cómo estaré y verle crecer»), un regreso a sí mismo como si de una vuelta a casa se tratase. Pero también un grito a querer escapar, a querer volar y a ser libre. Pero también a dejar cosas atrás: «y no quiero que me acompañe quien tanto me hizo mal, tendré que abandonarles y no volver atrás.», rezan sus versos.
Juanjo ha convertido Golondrinas en una oda a sus versiones, esas que solo él conoce; en un auténtico vuelo a través de todas ellas («siento que nunca se entienden y eso no lo quiero para mí. Siento que me destroza y quiero verme en otro jardín»).
Y también es un vuelo hacia la libertad y la renovación de uno mismo, soltando todo aquello que ya no forma parte de él; aunque siempre haya una parte que quiera demostrarle a ese niño que fue que todo irá bien, ese niño que nunca «se rindió ni cuando la luz se apagó» y que ha crecido siendo libre, escapando de todo lo malo, como el vuelo de las golondrinas. Y aterrizando en un nuevo jardín florecido de nuevas oportunidades. Ha hecho de Golondrinas su propia catarsis.
Y así, como si un poeta del Romanticismo se tratase, Juanjo, desde una aparente simplicidad y sencillez de su vocabulario se esconde un conjunto de sentimientos extraordinariamente complejos e intensos; ejecutados de una forma pura y extremadamente cuidada,pues tiene una precisión milimétrica. Bajo esa sencillez ha sabido expresar a la perfección la belleza e intensidad de sus emociones. Y a la vez siendo tan innovador y rebelde con su música como el propio Bécquer.
Además, Golondrinas no solo está cuidada a nivel temático y de letra; sino también a nivel musical. Pues su métrica y su tempo son caóticos, quizá haciendo referencia a toda esa vorágine de sentimientos y emociones presentes a lo largo de la canción. Y con la ayuda del que fue su profesor, Vic Mirallas y la producción a manos de David Soler y Marcel Bagés han hecho de esta composición algo sublime y fuera de todo lo esperado.
Juanjo interpreta esta canción con su voz, se desgarra para contar una historia demasiado personal, para gritar a su pasado y contar cómo lo ha vivido. Para volar hacia su yo más pequeño y demostrarle que ha crecido, que es libre, pero que ya no vuela solo.
Con este tercer adelanto de su álbum, ya finalizado, demuestra una vez más que quiere hacerse un hueco en la industria musical siendo sincero, directo y auténtico; con ese punto innovador que tanto lo ha caracterizado desde el comienzo de su carrera. Ahora solo queda esperar por su álbum y ver cómo serán los temas que lo componen. Lo que está claro es que la libertad con la que lo ha hecho será otra gran seña de identidad del joven artista.